"Despierta" se escucha a lo lejos.
Abre los ojos, viene el dolor de cabeza.
Tiene la boca seca. La luz entra por la ventana y le acuchilla los párpados.
Por cinco segundos no sabe donde está, pero vuelve a la realidad.
Tiene un sudor frío, un escalofrío recorre sus piernas.
El blanco de las paredes le ciegan.
Coge aire, le cuesta respirar. Se tapa la cara con sus manos. No consigue recordar...
Una botella tumbada en el suelo le hace sospechar.
Su lengua lucha contra el cielo de su boca para tragar.
Un nudo en la garganta lo impide sin más.
Se tumba en el suelo y mira a lo lejos. El techo está muy alto.
Se pregunta ahora quién le ha despertado. Esa voz le resulta familiar...
Intenta explicarse cómo ha podido pasar y entonces, ahora sabe la verdad.
" Ya ha pasado tiempo y lo tienes que superar. Ella lo fue todo, pero ahora no está.
Me tienes a mi que, lo creas o no, te puedo ayudar.
Porque tú eres la mitad de mi, y yo de ti.
Tranquilo, que tengo fuerza para los dos.
He paseado por mi mente y conseguí una explicación.
Anda, no intentes esconderte.
Sé valiente y sal afuera, por mis ojos o por mi boca, incluso mis manos te ayudarán.
Porque yo sin ti me derrumbo, te necesito bombear.
Todo hombre necesita de un corazón y,
tú eres el mio, por eso eres especial".
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