lunes, 28 de noviembre de 2011

Avión de papel

El contacto de mis alegrias con el pensamiento pasado es un hecho que ya está borrado.
Quisiera que hubiese un retraso de cinco segundos cada vez que miro su nombre y salta la alarma en mi cabeza. Quisiera que fuesen cinco segundos para asi poder evitar cualquier movimiento de torpeza.
Es como cuando tiras un avión de papel por la ventana, sabes de sobra que va a caer, tarde o temprano caerá, pero esperas que sea más tarde que temprano porque aún tienes fé. Sé que esto va a caer y no quiero alargar el tiempo asi que provoco que el viento entre en juego. Esto no funciona asi. No hay que provocar nada, solo hay que esperar y si sigue volando pues quién sabe, a lo mejor es porque no es el momento de cerrar la ventana si no de ver que sucede en su camino. Tal vez es necesario ver como empieza a caer lentamente, dando giros y más giros bruscos. Sí, esta sensación que tienes dentro es de impotencia porque hicistes el avión con tal delicadeza que querias alcanzar la perfección pero... ahora no depende de ti. La agonía de ver cómo cae desde un sexto piso. ¿Puede ser peor? Cuando no lo crees empieza ahora a llover. Pues sí, podía ir a peor pero no entiendo por qué estoy así si ya sabía que iba a pasar. Siempre he sido de los que le echan el aliento antes de echarlos a volar, estoy convencido de que ese calor da fuerzas y ánimos, el saber que somos dos en uno, que mi mente volaba a su lado que le doy consistencia desde la distancia. Este avión parece que no confiaba en esto. Miro desde la altura lo insignificante que queda despues de haber salido despegando de mis manos. Pero yo no le pregunté nunca si quería volar o estar en mi mesilla de noche. No le pregunté. Pensaba que estar cerca de mi era mejor que un triste vuelo de unos... ¿segundos? Bueno, es lo que hay. Parece que probó ese vuelo y se arrepintió. (No lo sé, la verdad... no me importa).
No pasa nada por haber estado dos minutos y diez segundos dedicándole mi tiempo y mis ganas a este avión. Me apetecia. Nunca he sido de hacer aviones deprisa y corriendo que duren miseros segundos (tales como este último vuelo). Mis manos no quieren perder el tiempo mimando cada pliegue o cada acaricia de perfección, ahora solo están para moldear cosas más importantes (al menos importantes en este momento). He acabado bastante cansado y ahora mismo es un hecho obviado...
Con esto no digo que no tenga pensado hacer ningún otro avión más, incluso puedo decir que ya sé cómo hacerlos volar.

1 comentario:

  1. Ardi, ardi... vamos mejorando! Está no está influenciada por el crudo estilo fonsiano. Me gusta, me gusta :)

    Reglas para la entrada que hablamos:

    -Prohibido cualquier palabra sentimentaloide o triste: lágrimas, corazón, amor, llorar, amar, echar de menos, blablabla... en un contexto que las haga parecer cursis. Por ejemplo: "rompió mi corazón en 1000 pedazos y ya no sé que hacer con él..." --->NO, "cogí mi corazón y lo machaqué una y otra vez contra la pared, los restos los enterré en una caja de zapatos debajo del árbol que hay en mi jardín" ---> Si. Ha quedado claro? xD Lo que sea pero a lo bestia.

    -No quiero que lo escribas triste, melancólico, deprimido, desesperanzado... Escríbelo cabreado, eufórico, feliz, caliente, rebelde... cualquiera vale, pero tiene que ser un estado de ánimo fuerte.

    -Sobre lo que tú quieras, tema libre. No hay nada prohibido si tratas el tema desde una perspectiva completamente distinta a la que sueles tener.

    -Se visceral y bestia. Escúpelo todo, desahogate. Tu entrada tiene que ser como un grito, que yo la lea y sienta lo que tú estás sintiendo.

    La esperaré ansiosamente pero tómate el tiempo que quieras y espera la ocasión oportuna, el sentimiento adecuado; soy paciente.

    Un besazo de... tú ya sabes quien soy :P

    ResponderEliminar